La educación ha avanzado mucho desde el enfoque tradicional centrado en el docente. Hoy en día, tenemos un enfoque de aprendizaje centrado en el estudiante, sus necesidades y su estilo de aprendizaje. El enfoque centrado en el estudiante coloca al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje, en lugar del maestro o el plan de estudios. En este artículo, analizaremos los cuatro principios del aprendizaje centrado en el estudiante que pueden ayudarlos a aprender y crecer.
Principio 1: Personalización
El primer principio del aprendizaje centrado en el estudiante es la personalización. Cada estudiante es diferente y tiene diferentes necesidades de aprendizaje. El enfoque centrado en el estudiante reconoce esto y busca personalizar la experiencia de aprendizaje para cada estudiante. La personalización significa que el profesor tiene en cuenta el estilo de aprendizaje, los intereses y las habilidades del alumno.
Por ejemplo, si un estudiante aprende de forma auditiva, el profesor puede proporcionarle grabaciones de audio de conferencias y debates en clase. Si un estudiante aprende visualmente, el maestro puede usar videos e imágenes para explicar conceptos. Si un estudiante es un estudiante cinestésico, el maestro puede proporcionarle actividades prácticas que impliquen movimiento y manipulación física de objetos.
La personalización también significa que el profesor brinda oportunidades para que los estudiantes aprendan a su propio ritmo. Esto se puede lograr mediante el uso de un ritmo flexible, donde los estudiantes pueden progresar a través del plan de estudios a su propio ritmo. La personalización también significa que el profesor brinda oportunidades para que los estudiantes persigan sus intereses y pasiones. Esto se puede lograr mediante el uso de tableros de elección, donde los estudiantes pueden elegir entre una variedad de actividades que se alineen con sus intereses.
Principio 2: Colaboración
El segundo principio del aprendizaje centrado en el estudiante es la colaboración. La colaboración significa que los estudiantes trabajan juntos para aprender y crecer. El enfoque centrado en el estudiante reconoce que los estudiantes aprenden unos de otros tanto como aprenden del maestro.
La colaboración puede adoptar muchas formas. Puede ser a través de proyectos grupales, donde los estudiantes trabajan juntos para completar una tarea. Puede ser a través de la enseñanza entre pares, donde los estudiantes se enseñan entre sí un concepto que dominan. Puede ser a través de debates en el aula, donde los estudiantes comparten sus ideas y perspectivas.
La colaboración también significa que el maestro crea un ambiente de aprendizaje seguro e inclusivo donde los estudiantes se sienten cómodos compartiendo sus ideas y perspectivas. Esto se puede lograr mediante el uso de normas y protocolos que establezcan expectativas de comportamiento y comunicación.
Principio 3: Aprendizaje activo
El tercer principio del aprendizaje centrado en el estudiante es el aprendizaje activo. El aprendizaje activo significa que los estudiantes participan activamente en el proceso de aprendizaje. El enfoque centrado en el estudiante reconoce que los estudiantes aprenden mejor cuando participan activamente en su propio aprendizaje.
El aprendizaje activo puede adoptar muchas formas. Puede ser mediante el uso de actividades prácticas, donde los estudiantes manipulan objetos para aprender un concepto. Puede ser mediante el uso de simulaciones, donde los estudiantes participan en una experiencia virtual para aprender un concepto. Puede ser mediante el uso del aprendizaje basado en problemas, donde los estudiantes resuelven problemas del mundo real para aprender un concepto.
El aprendizaje activo también significa que el profesor brinda oportunidades para que los estudiantes reflexionen sobre su aprendizaje. Esto se puede lograr mediante el uso de escritura reflexiva, donde los estudiantes escriben sobre lo que han aprendido y cómo han crecido. También se puede lograr mediante el uso de evaluaciones formativas, donde los estudiantes reciben retroalimentación sobre su aprendizaje y utilizan esa retroalimentación para mejorar.
Principio 4: Propiedad del estudiante
El cuarto principio del aprendizaje centrado en el estudiante es la propiedad del estudiante. La propiedad estudiantil significa que los estudiantes asumen la responsabilidad de su propio aprendizaje. El enfoque centrado en el estudiante reconoce que los estudiantes están más involucrados en su aprendizaje cuando tienen un sentido de propiedad.
La propiedad de los estudiantes se puede lograr mediante el establecimiento de objetivos, donde los estudiantes establecen sus propios objetivos de aprendizaje y realizan un seguimiento de su progreso. Se puede lograr mediante el uso de conferencias dirigidas por estudiantes, donde los estudiantes presentan su aprendizaje a sus padres y maestros. También se puede lograr mediante el uso de la elección de los estudiantes, donde los estudiantes tienen voz y voto sobre lo que aprenden y cómo lo aprenden.